domingo, 24 de junio de 2012

To Sir with love



¿Quién que tenga más de 40 no recordará la película Al maestro con cariño (To Sir with love) con el increíble Sydney Poiter en el rol del maestro de aquella secundaria inglesa que parecía la casa del terror? Lo bueno de la película, era que el maestro y sus sueños de formar jóvenes buenos ciudadanos y personas, se hacían realidad. No vamos a negar que le costó, le costó y mucho. Pero... "Sir" lidiaba con un solo grupo de jóvenes maleducados, desesperanzados, desconfiados, rebeldes con o sin causa, delincuentes o en vía de serlo...
Nuestra realidad educativa es tan distinta que ni vale la pena comentarla aquí. Solo quiero decir que una vez fui yo la protagonista de esa película. Que alguna vez el final fue feliz y yo sentí la satisfacción enorme del deber cumplido y el afecto recibido.
Hoy todo acabó. Enferma de burn out en forma bastante severa, me despido de la que es mi vocación. Dejo atrás la literatura, el enseñarles a pensar a través de una novela, o de una obra dramática, a ver que el amor es igual en todos los tiempos cuando llega de veras y que no importa si el estilo es barroco o renacentista o vanguardista...
Farewell... La realidad puede más que yo y ahora he de buscar otro camino de qué vivir. Pero la docencia a adolescentes...ya no.
El daño que me ha causado es mayor que las satisfacciones, esas que guardo en mi corazón como un tesoro.
Me hubiera gustado decir al retirarme las palabras de Gorgias:
Por quien me venza con honor en vosotros. Pero los valores de Gorgias y los míos ya hace mucho que no están y los chicos no tienen idea de quién era Rodó, cuanto menos Gorgias, su personaje inolvidable.
Por lo tanto, desplegaré las velas de mi barca y la dejaré que sola, me lleve a una nueva Ítaca. Esta no está pobre, sencillamente, el envilecimiento la ha llevado a la degradación, y va camino a la muerte.
Farewell, Sir.
 

1 comentario:

  1. Recuerdo a Poiter en el rol de maestro.
    Hoy el arte de enseñar se ha comcplicado, no tanto por el maestro, más bien por ese grupo de rebeldes que aún no saben donde están.
    Me imagino que paciencia habrás desarrollado, pero en muchas ocasiones no merece la pena ejercer de héroe, cuando además no pagan por ello.

    Ánimo Mónica en tus nuevas aventuras.

    Saludos.
    Makiavelo John Domingo, 17 Mayo 2009 11:30

    ResponderEliminar