sábado, 23 de junio de 2012

PUNTO DE SATURACIÓN


¿Qué pasa cuando una persona llega a un punto en que no puede más con su realidad? ¿Qué ocurre cuando se agota de luchar por cambiar su vida y sigue parada en el mismo sitio? ¿Qué le pasa cuando mira hacia atrás y ve que a nivel laboral antes, con menos experiencia y conocimiento rendía mucho más que ahora?
"Esto en los 90 no me pasaba" me comentaba una colega con la que me conozco hace 24 años. Esa misma frase se la había dicho yo la noche anterior a una amiga.
He llegado a mi punto de saturación. Entrar a un salón de clases y hallar adolescentes tirados más que sentados en los bancos, con cara de aburrimiento, de "spleen", de "ennui", más que otra cosa, es desalentador. Y cuando pongo la clase en marcha y comienzo a preguntar:
- Fulanito, ¿leíste lo que pedí para hoy?
- No.
- ¿Por qué no?
- Porque no tengo el libro.
- ¿Fuiste a la biblioteca a buscarlo o a leerlo?
- No.
Ahí, ya es frustrante. ¿Cómo se puede ser buen docente, explicar una buena clase cuando no se cuenta con el mínimo apoyo de quien debe ser nuestro compañero de tareas?
Miro para atrás, y me veo: llena de energía, siepre dispuesta a enriquecerme y a enriquecer a otros, llegando media hora antes a mis clases, con mi libro del profesor al día, los trabajos de mis alumnos corregidos de una clase para la siguiente, con mis clases perfectamente preparadas y, naturalmente, con una asistencia perfecta.
Hoy, de aquella joven llena de sueños, solo queda la que prepara sus clases (ahora, medianamente, porque el nivel es tan bajo que ni es necesario repasar o enriquecer un tema) y la que asiste todos los días sin faltar uno. Salvo por enfermedad, claro. Pero la actitud, cambió. Los planes que yo tenía para este año para mis alumnos, se han diluido en los tres primeros meses del año lectivo. El desinterés, la apatía, el "me importa un pito tu clase, hablar bien, escribir mejor..." hacen que salga al trabajo en el último minuto, que vaya arrastrando los pies en vez de ir a dar lo mejor de mí, que me enferme más que antes (no han sido muchas veces ,pero sí gripes más largas), que descuide el trabajo administrativo y sobre todo, que no me reconozca al dar clases. .
¿Dónde está la profesora que soñé ser, la que fui? No lo sé. Se la llevó el postmodernismo.
Por favor, si alguien encuentra mi vida... ¡¡DEVUÉLVAMELA!!
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2 comentarios:

  1. pues que hay que buscar una válvula de escape, sea cual sea, siempre que eso nos ayude.

    Cómo hacerlo...pues eso no lo sé,,ojalá tuviera las respuestas cielo...
    Comprendes ahora por qué no quiero dedicarme a la enseñanza en el instituto? aquí pasa eso y mucho más, golpean a los profesores, a los demás alumnos, fuman en clase...y muchas otras cosas que para qué contarlas...es triste, cierto, qué hacer?...no se me ocurre. Pero es algo que no depende de nosotras, nada podemos hacer...sé que es frustrante, pero lo que nos queda es intentar que nos afecte lo menos posible....sé que dirás "Patricia: bla bla bla bla bla...", pues sí, pero sólo quería compartir contigo como te sientes, aunque sólo sea por hacerte un poco menos pesada la carga...
    Te quiero ahí, en pie siempre.
    Abrazos y besos besos besos
    patricia Sábado, 26 Mayo 2007 15:34

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  2. Comentario:
    Hola moni! Como te entiendo y como admiro vuestro trabajo, soy informático y actualmente tengo mi propia empresa de programación pero...en mis inicios me dedique a la docencia...y no sabes el merito q tenéis! en cualquier trabajo, puedes desconectar 5 minutillos, en el vuestro no...100% concentrado todo el tiempo para que no se te vaya la "olla", relacionando la materia teórica con casos de la vida real para hacerlo inteligible, prepárate bien las clases, se en la medida de lo pisible imparcial...una pasada, os admiro. Y mas os admiro con las nuevas generaciones...hace nada me pase por la universidad donde estudie (son clientes de mi empresa), y me pase a saludar a antiguos profesores...total que la directora de departamento me suplicó que fuera a dar una charla a los futuros ingenieros para motivarles, porque es que están sin ninguna motivación, sin ningun interes...triste, en la charla les dije a los profesores lo q los admiraba por estos motivos q te he expuesto...Pero contra la falta de motivaciñon e interés está la vocación y la tozudez de los otros no??
    Besines desde España! Victor
    Viti Sábado, 2 Junio 2007 23:34

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